Ayer tuve la mala suerte de tener que asistir a un funeral. En la vida me ha tocado enfrentarme varias veces con la muerte de gente querida como le habrá pasado a muchos de los lectores, y cuando esto ocurre, muchas cosas pasan por la cabeza de uno, pero siempre rondan muchas ideas filosóficas sobre qué es la muerte (y probablemente qué es la vida) y por qué tantas veces llega cuando (creemos) no tiene que llegar. Algún día escribiré más tranquilo algunas ideas sobre cómo nos tomamos la muerte en el mundo occidental en el que vivimos, pero mientras tanto quería compartir con ustedes un tema y un poema.
Arriba, pueden escuchar linda y sencilla canción del gruipo Árbol que va sobre una de las ideas de la muerte, que aquellos que se fueron siguen aquí, dando vueltas; idea que fue tratada varias veces en el cine.
Y abajo, podrán ver un poema que me hizo re pensar la muerte en uno de mis momentos más tristes de la vida, cuando uno intenta comprender por qué alguien murió, por qué se fue, y uno busca respuestas que no aparecen y el querido y admirado Mario Benedetti lo pone muy claro en un poema que me acompañó durante muchos años: no hay un por qué, la muerte es igualitaria y ecuánime, neutra y equitativa.
Con ustedes, Embarazoso panegírico de la muerte:
La periodista me preguntó si yo creía en el
más allá y le dije que no entonces me
preguntó si eso no me angustiaba y le dije
que sí
pero también es cierto que a veces la vida
provoca más angustias que la muerte
porque las vejaciones
o simplemente los caprichos
nos van colocando en compartimientos
estancos
nos separan los odios las discriminaciones
las cuentas bancarias el color de la piel la
afirmación o el rechazo de dios
en cambio la muerte no hace distingos
nos mete a todos en el mismo saco
ricos y pobres
súbditos y reyes
miserables y poderosos
indios y caras pálidas
ibéricos y sudacas feligreses y agnósticos
reconozcamos que la muerte hace siempre
una justa distribución de la nada
sin plusvalías ni ofertas ni demandas
igualitaria y ecuánime
atiende a cada gusanito
según sus necesidades
neutra y equitativa
acoge con igual disposición y celo
a los cadáveres suntuosos de extrema derecha
que a los interfectos de extrema necesidad
la muerte es ecléctica pluralista social distributiva insobornable
y lo seguirá siendo a menos que a alguien se le ocurra privatizarla
A mi viejo y a mi tío: ojalá estén tomando un café en algún lado del universo o el más allá.