Archivos para 30 November 1999

Esta noticia se vieja, pero vale la pena publicarla por si alguno no la vio. Resulta que esta semana renunció Giampaolo Mazza, el técnico de fútbol de San Marino, después de 15 años al frente de la selección y con el siguiente balance en partidos oficiales: 75 derrotas y un empate. Sí, no estoy jodiendo. El tipo fue el técnico de la selección durante 15 años y no pudo ganar un solo partido. Y no lo echaron, renunció. La noticia es asombrosa, en el medio de un deporte como el fútbol que se ha vuelto cada vez más exitista, especialmente por estas partes del mundo. Veamos algunas estadísticas de Giampaolo Mazza:

  • Dirigió 76 partidos oficiales, 75 derrotas y un empate.
  • En partidos amistosos logró su única victoria, 1 a 0 ante ¡Liechtenstein!.
  • Ante ese mismo equipo jugaron una revancha (también amistosa), empataron 2 a 2. Fue la única vez que su equipo hizo dos goles.
  • En la clasificación para el mundial de Brasil, el equipo hizo un solo gol, y le hicieron 54.

La verdad que es super interesante y habla muy bien de San Marino que un técnico con estos resultados se haya mantenido 15 años en su puesto. A veces, uno debe ser consciente de hasta dónde puede llegar y disfrutar cómo uno es, como bien hizo este muchacho con la selección.

No solo eso, también es destacable que los valores no se negocian. Por ejemplo, la selección de San Marino nunca utilizó un jugador nacionalizado, siempre jugadores locales y eso también es destacable. Mantener los valores cuando estos nos traen éxito es bastante sencillo, pero mantenerlos en la derrota es mucho más digno.

En fin, recuerda siempre que el éxito es algo circunstancial, que la vida pasa por otro lado. Mi idolo, digo, Giampaolo Mazza fue muy claro en sus declaraciones al irse, llenas de optimismo:

«El equipo ha mejorado en los últimos años y siempre jugamos con coraje»

No me digan que no es un genio. Realmente. En fin, si hoy tenían un mal día, espero se acuerden que siempre se puede estar peor, por ejemplo, dirigir 15 años a una selección y no ganar un solo partido oficial. Es decir, Giampaolo Mazza.

Los viernes nadie tiene ganas de pensar mucho, no será el día que publique los post más desarrollados, y así como hoy decidí por la mañana empezar a compartir algunos de los posts de la anterior etapa del blog, por la tarde también me gustaría dejarles siempre alguna canción para comenzar el fin de semana. La música es una parte fundamental de mi vida y me parece bueno sumarla a este nuevo espacio.

Hoy para empezar elegí a uno de los músicos que más me ha atrapado estos últimos años, Tabaré Cardozo. El cantautor uruguayo, co-creador de la maravillosa murga Agarrate Catalina tiene unos discos solistas impresionantes, combinando lo mejor de la murga con otros estilos uruguayos y rioplatenses como el candombe, la milonga, el tango y el rock and roll. Y elegí uno de los temas que más me gustan, El Tipo de la Radio.

Estoy ahí
Ya sé que no pero yo estoy ahí
Sí el tipo de la radio me lo cuenta

El tema es una descripción de las emociones y situaciones que atraviesa un preso que, al no poder ir a la cancha, sigue el partido por la radio, un clásico en las épocas donde no existía el televisor y hoy una tendencia que de a poco va quedando en desuso. Aunque nunca estuve preso, tuve mis épocas estudiantiles donde no tenía ni cable ni Internet y la única forma que tenía de seguir los partidos de fútbol era escucharlos por la radio. Cada vez que escucho esta canción vuelvo a vivir esos momento donde me paseaba por el departamento (un mono ambiente que si te paseabas por él durante 90 minutos, es porque tomabas muchísimos bucles, aclarémoslo) y me quedaba atado todo el partido, saltaba cuando el relator te amaga (porque el muy malparido dos, tres veces por partido te amaga, es así) y gritaba cuando era realmente gol, me imaginaba cada momento del partido y gritaba como si estuviera ahí, en la cancha.

Para aquel que nunca lo vivió y siempre vio partidos de fútbol por televisión, escuchar un partido por la radio puede parecer una tremenda estupidez. Para aquellos que lo vivimos, es un momento de magia. Es cierto que el partido no se puede entender de la misma forma, pero nuestra imaginación sobre lo que nos cuenta el relator puede «ver» el partido, no se si idéntico al real, pero tampoco tan distante (el gol, es gol; el palo, es palo). Para los jovenes que pudieran estar leyendo este post puedo haberme convertido en este momento en un dinosaurio, pero les aseguro que es uno de los recuerdos más lindos que tengo de esa época donde la radio era el elemento tecnológico primario de mi hogar y para poder seguir los partidos de mi querido Vélez dependía de este muchacho, del tipo de la radio.